Editorial #3 - Febrero/Abril de 2014

Tiempo de repensar nuestro aporte a la cultura, tiempo de repensarnos

Ante lo sucedido recientemente en el último Festival de Cosquín, es necesario poner sobre la mesa aquellos factores que no solo empobrecen nuestros festivales sino nuestra cultura toda, y también pensar qué damos cada uno de los actores involucrados en la temática para mejorar la situación actual.

Comencemos primero aclarando que, Cosquín 2014, se caracterizó por noches largas, con más de 30 artistas en la grilla, con programación en horarios centrales a artistas que llegaban con más recomendaciones que condiciones musicales, con la actitud bochornosa de expulsar a Juan Falú y a Liliana Herrero del escenario en pleno homenaje a Eduardo Falú solo por criticar el evento sin dejarles terminar su actuación, con un inefable Chaqueño Palavecino que no respeta los tiempos acordados y se adueña del escenario aduciendo que él se ganó ese lugar, y festival que una vez más confinó en los márgenes de la programación a artistas que representan la verdadera música criolla argentina, muchos de ellos ya consagrados por el mismo festival. Todo esto y mucho más fue lo que pasó en este último y triste Cosquín.

Como declarara Peteco Carabajal: “Suben artistas sin trayectoria que consiguen empresas que ponen dinero y eso desnaturaliza y quita espacio a los que tenemos qué decir”.

Es una tarea complicada individualizar las razones o el complejo de razones de tanta decadencia, como lo es definir qué se entiende por “lo popular”. A las claras, la Comisión Organizadora –y los intereses que detrás de ella se mueven- entiende que lo popular es aquello exclusivamente masivo, manejándose por criterios puramente consumistas y de mercado. Esto explica que existieron favores a artistas que llegaron recomendados por los distintos benefactores del festival, públicos y privados, que a pesar de la falta de antecedentes artísticos se adueñaron de horarios centrales.

No queda del todo claro quién se lleva los mayores réditos con este tipo de sistema de numerosas ventanillas, aunque podemos inferir que son las discográficas, los representantes, productoras, empresarios y hasta políticos, y los que se venden a esos grupos de poder. Sí queda claro quién pierde: aquellos/as que con seriedad asumen su profesión, aquellos/as que traen la auténtica voz del pueblo de cada rincón del país, aquellos/as que mantienen su esencia sin venderse a las presiones de las discográficas, aquellos/as que crean y renuevan el folklore sin terminar todos sus temas fuertes a puro grito y batería, aquellos/as que rescatan el folklore tradicional que se está perdiendo. Pierde la música como patrimonio colectivo, como vehículo de conocimiento, como factor de identidad, como esencia de nuestra alegría, y pierde cada vez más respeto y credibilidad, condición que refuerza la apropiación por parte de los negociantes impresentables que determinan nuestros festivales de hoy.

Como lo dijeran Ica Novo y Teresa Parodi (ver sus respectivas Carta Abierta en este número), Cosquín llegó en esta edición al fondo de su condición y deberá refundarse o resignarse. Pero es hora de actuar.

Es necesario que cada uno de los artistas nostalgiosos de los Cosquín de antaño se comprometan actuando según sus sentimientos y convicciones, que las pequeñas productoras independientes y los medios alternativos de comunicación, trabajemos codo a codo con los que no venden, los tradicionalistas, los auténticos, los populares y no los comerciales. Es hora de pensar si vale la pena refundar Cosquín o crear un nuevo y verdadero espacio cultural para la música criolla argentina –el verdadero folklore, sin contaminaciones pop o melódicas- que se base en criterios puramente culturales y no comerciales o políticos.

Repensarnos implica mirar para atrás, reconocer errores, observar nuestra participación u omisión en estos temas, interpelar nuestras prácticas no solo en lo concerniente a lo cultural en sentido estricto, sino pensarnos como parte de una sociedad que parece estar a la deriva. Una sociedad que nosotros contribuimos a formarla o deformarla, a desarrollarla o desintegrarla, una sociedad que con rasgos fuertemente individualistas y consumistas manifiesta el posmodernismo globalizante en los festivales de hoy.

 Hasta la próxima. El Director

  Nota publicada en Febrero de 2014

Editorial #2 - Agosto de 2013

Como todo proyecto que recién se inicia, en DECIRES DE LA CUYANÍA ya hay cosas positivas como negativas para enumerar.

Entre las primeras, podemos mencionar la buena acogida que ha tenido la revista en el público, en los artistas y en los difusores culturales; el reconocimiento de los amigos, conocidos y desconocidos por el trabajo que estamos realizando; la predisposición de la gente que ofrece su ayuda para colaborar; entre otras.

Pero a pesar de esto consideramos que hay algunas aristas no positivas, que si bien pueden ser momentáneas y lógicas por tratarse de un proyecto cultural que recién comienza su proceso, es menester recordarlas para ver entre todos cómo las solucionamos. Nos referimos: al escaso apoyo privado (auspicios/sponsors), al limitado apoyo estatal, a la no valorización del esfuerzo por hacer esto y creer que la revista hay que “regalarla” (aclaramos que por suerte son contados casos), a la falta de solidaridad de algunos medios radiales que no devuelven la gentileza por la publicación gratuita de sus programas, al poco interés de algunos revendedores, el no sentido de pertenencia de los artistas (agenda de espectáculos vacía en impresión y web), entre otros temas.

Si usted está leyendo esto, sepa que el esfuerzo por poner a su alcance este producto de calidad es muy grande y los costos son demasiado altos. Incluso, se corrió el riesgo de que este número no saliera a la calle por falta de fondos para su impresión.

Una vez más les pedimos, a los artistas y difusores culturales, que cuenten con DECIRES DE LA CUYANÍA para lo que sea, que tenemos a disposición espacio en la edición impresa para publicar los espectáculos artísticos y voluntad para hacer también difusión vía web. El Foro de nuestro sitio (deciresdelacuyania.com.ar) está abierto para quien quiera opinar, debatir, aportar, criticar, informar, difundir, etc., al igual que nuestro e-mail y facebook.

Al público en general le decimos lo mismo. Sin ustedes la revista no es nada, por eso estamos para lo que necesite. A ustedes solo les pedimos que nos ayuden con la difusión, que a todos sus conocidos les comenten de esta revista, que la publiquen a través de sus correos o redes sociales, que utilicen el foro de la página web. Así ya nos están ayudando un montón, y por supuesto que la ayuda es más grande si ustedes compran un ejemplar para su casa y otro para regalarle a un amigo/a. Ese compadre o comadre seguro estará muy agradecido/a.

Una vez más, DECIRES DE LA CUYANÍA vio la luz. Esperemos que no se apague. En este número podrán disfrutar de un dossier especial sobre Mendocinas Jóvenes, también de música andina y un merecido homenaje.

Esperemos estar a la altura de las circunstancias. Abrazo cuyano y hasta la próxima.

  Nota publicada en Agosto de 2013

Editorial #1 - Mayo de 2013

 "Los pueblos que olvidan sus tradiciones no saben de dónde vienen ni saben adónde van, y se convierten en un conglomerado amorfo sin dirección ni sentido..." Jaime Dávalos

Finalmente llegó. Después de mucho trajinar, Decires de la Cuyanía vio la luz. Hoy, lo que está en sus manos no es sólo una revista, sino un conjunto de anhelos y sueños que poco a poco comienza a concretarse.

Con el correr del SXX y el comienzo del SXXI, la globalización a través de sus grandes medios “colaboró” fuertemente en la invisibilización de nuestras tradiciones costumbristas y folklóricas, en la pérdida de nuestras raíces.

Aquellos fenómenos que el folklore supo dar, ya no son moneda corriente. Pero esto no quita que la provincia y el país sigan “produciendo” artistas de excelentísimo nivel, y que seamos miles y miles los que seguimos y sentimos el folklore.

En Decires de la Cuyanía, encontrarán un medio amplio que incluye la revalorización de todas las etapas y estilos folklóricos de Cuyo, de la Argentina y Latinoamérica. Respecto a la música local, tendrán su espacio las Tonadas y canciones del viejo Cancionero Popular Cuyano (valiosísima recopilación que tenemos gracias a las patriadas de Juan D. Lucero y Alberto Rodríguez), lo tendrán los cuyanos como Hilario Cuadros, Buenaventura Luna, Julio Quintanilla, Félix Dardo Palorma, Antonio Tormo y los conjuntos y solistas de la época; también nos deleitaremos con el Movimiento del Nuevo Cancionero que Armando Tejada Gómez con Mercedes Sosa y Tito Francia entre muchos más llevaran de Mendoza a la América toda; y por supuesto que estaremos orgullosos de difundir las nuevas generaciones de artistas que en las últimas décadas florecieron en Mendoza.

En estos momentos no podemos dejar de recordar publicaciones como “Revista de Folklore de Cuyo” de A. A. Areco y “Alma de Nogal” de Roberto N. Encina. Pero lamentablemente estas hermosas experiencias ya son parte del pasado, por lo que nos vimos en la imperiosa necesidad de poner manos a la obra para generar una nueva experiencia en prensa gráfica para el folklore y la cultura de Cuyo.

Encaramos un proyecto de estas características que jerarquice el valor de nuestras tradiciones folklóricas y populares haciendo hincapié en la música de Cuyo, dando respuesta así a todas las personas que estaban esperando un medio gráfico en el cual verter y del cual tomar conocimientos de nuestra cultura que los medios comerciales y masivos dejan de lado. Es decir, ante tanta superficialidad de los festivales actuales y de los grupos o solistas “más convocantes”, desde Decires de la Cuyanía apostamos a encontrar un regocijo en el alma de los cuyanos que sienten con pasión y sencillez el verdadero folklore popular y la auténtica cultura criolla.

Tanto artistas y organizaciones relacionadas al folklore como los ciudadanos y ciudadanas ansiosos de leer y reflexionar, encontrarán en esta revista un espacio de encuentro, no sólo de recepción de información sino también de aportes que hagan crecer esta publicación, que esperamos que con el tiempo pueda sentirse de todos y todas.

En estos momentos son cientos los nombres de músicos, poetas, bailarines, grupos, solistas, artistas, personajes, escritores y compositores de Cuyo, Argentina y Suramérica que se me vienen a la memoria. La tiranía del espacio me impide nombrar a todos ellos, por lo que junto a ustedes –seguramente pensamos en las mismas personas- digo GRACIAS, gracias por todo lo que nos enseñan y enseñaron, por todo lo que dejan y dejaron en nuestra tierra, en nuestros pueblos.

Ojalá aseguremos aunque sea un pequeño aporte al rescate y difusión de nuestra tradicional música popular y todo el contexto costumbrista que la misma conlleva; ojalá que aportemos también al progreso de los hacedores culturales, que de manera excelente nos alegran el espíritu con sus producciones artísticas; ojalá generemos una referencia para los miles de seguidores que -más allá de algún programa de radio o sitio en internet- no tienen un medio de éstas características del cual formar parte.

Ojalá el tiempo diga que sí. Ustedes tienen la respuesta.

Compadres y comadres: Esperamos su colaboración en todo sentido.

Que Disfrute Decires de la Cuyanía. Hasta la próxima!

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